martes, 29 de diciembre de 2009

Globalizacion

La adaptación al gran cambio que supone la globalización.
Debemos mentalizarnos y difundir la idea de que pertenecemos a una aldea global y necesitamos organismos globales con normas, legislaciones, poderes ejecutivos, con sistemas administrativos homologados, cuerpos de fiscalización e inspección, etc. encaminado a crear unas normas (constitución mundial) internacionales que ordenen los mercados financieros, alimentos básicos, etc. que impidan los abusos, la corrupción, luchas fratricidas por el poder, etc. y donde se recoja los mínimos derechos humanos con especial énfasis en niños y mujeres.
Si somos una aldea global no puede mantenerse las normas internacionales que regulan las no injerencias en los asuntos internos de cada país, porque todos se tienen que regir por el mismo orden constitucional. Esto no impide, sino todo lo contrario exige, el máximo respeto a la integridad, libertad, dignidad, etc. de las personas. El respeto a las creencias, cultos y religiones, etc. pero con los límites que antes hemos señalado de integridad, dignidad, respeto, etc.

La sociedad no puede quedar pasiva mientras millones de personas entre ellos muchos niños, como los dramas que se vive en Zimbabwe, Corea del Norte y en tantos otros países y estén muriendo de hambre, enfermedades, asesinatos, etc. por culpa de unos dirigentes corruptos. Lo peor es que éstos se mantengan en el poder, sin la menor intervención internacional. Es preciso, antes que después, que los dirigentes se pongan manos a la obra y no piensen en esto como algo de un futuro lejano.
Si no nos ponemos meta y ponemos rumbo hacia ella nunca lograremos alcanzarla. No podemos permitir que por la corrupción se generen guerras, muertes, hambruna y tantísimos sufrimientos solo porque no hay un organismo mundial que dicte leyes generales y ponga orden en este mundo. Vemos como gobernantes como Chávez, Gadafi, Kim Jong-II, Mahmud Ahmadineyad, etc. puedan condicionar la vida de tantísimas personas. También es cierto que este tipo de dirigentes no van aceptar que ningún organismo internacional les obligue pero si se comienza y se maneja una buena política y diplomacia internacional cada vez serán más los países adheridos y los corruptos irán quedando en evidencia y criticados por la opinion publica internacional y denunciados por los organismos internacionales.

5 comentarios:

  1. El reto más importante que tiene el mundo es luchar fuertemente con la corrupción allí donde esté, sin límites de fronteras. La corrupción es la culpable de tanta hambre, guerras y abusos. No se puede consentir que gobiernos corruptos se amparen en la no injerencia externa para llevar a sus pueblos a la miseria y hambruna como es el caso de Zimbabwe. En un mundo globalizado las fronteras deben irse eliminando.

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  2. Saludos Serafín (tienes nombre de ángel);

    Tocas un tema muy interesante pero muy complejo. Me temo que se han intentado las dos vertientes: a finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX (más o menos entre 1868 -comienzo de legislación social en Inglaterra, jornada de 8 horas y regulación del trabajo de mujeres y niños; escolarización gratuita obligatoria-, y 1947, año de independencia de la India) se trató de integrar, por la fuerza, a los pueblos más atrasados y corrompidos en la civilización occidental, beneficiándose en parte de nuestros adelantos (creo que es en esa época cuando surge la idea de la aldea global y la globalización), si bien como contrapartida se entretejió un sistema de dominación colonial, que a la larga se volvió contra Europa y supuso un cambio de paradigma, no intervencionista. Ahora bien, la no intervención ha dado lugar a que en muchos de esos países se instauren verdaderas tiranías sin que otros puedan hacer nada.

    Contrariamente a lo que planteas, yo sí creo que se necesita dinero para que haya cambios en el mundo, al menos bajo la globalización "no intervencionista" actual: prueba de ello es que muchos africanos y amazónicos no encuentran sino en las misiones y ONG´s otras formas de vida más productivas que eviten las hambrunas, la explotación y la violencia gratuita.

    Sobre los paraísos fiscales, hay quien opina que no hay nada de malo en que en un determinado país (Lichenstein, por ejemplo) haya menos impuestos e intereses bancarios y se produzcan por consiguiente acumulación de capitales (producidos, no expoliados como algunas corrientes políticas nos quieren hacer creer)

    Un saludo, espero respuesta.

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  3. Hola Jailón, gracias por el comentario y ante todo desearte paz y felicidad. Lo complicado es conseguir un grupo mayoritario de dirigentes con buena voluntad para erradicar las miserias de este mundo. Los tiempos han cambiado desde esas fechas y lo importante para acometer cambios es comenzar por transmitir los beneficios que suponen. Es cierto que de la noche a la mañana no se les puede decir a muchos gobiernos, especialmente africanos y asiáticos, que tienen que cumplir unas nuevas normas internacionales; pero se puede establecer los caminos para conseguirlo. Empezando por crear un organismo mundial con amplia representación y con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la tierra, después ir consensuando reglas que impliquen normas internacionales de cumplimiento global y seguir avanzando por ese sendero. Lo que no es posible es que la sociedad nos quedemos de brazos cruzados ante los abusos y barbaries de muchos gobiernos del tercer mundo. Solo actuamos, especialmente EE.UU., cuando consideramos que nos ponen en peligro nuestra economía y bienestar. Es también muy importante exigir modelos administrativos que impidan tantos abusos.
    Espero seguir contando con tus comentarios.
    Saludos.

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  4. Si no te entiendo mal, creo que la idea sería algo similar al Parlamento Europeo, pero de ámbito global, que evitara las tiranías y permitiera a los más pobres el acceso a la tecnología y otras ingenierías, especialmente en materias de alimentación -maquinaria agrícola, transgénicos-, higiene y medicina (por ese orden), necesarias para salir de la pobreza

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  5. Das un salto muy grande, esos objetivos estarían a medio camino. Lo más urgente es evitar la corrupción que es la culpable de las grandes miserias de este mundo. Para ello es necesario marcar unas normas jurídicas y administrativas de ámbito mundial. Poner límites a las barbaries, etc. etc.

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